“La tecnología solo tiene que ser razonablemente eficiente y lo suficientemente baratas para ser adoptadas”
Ashok Krish, Tata Motors

La “Robotización de la economía”, va más allá de la automatización industrial clásica (la revolución industrial 3.0), se le suma la Inteligencia Artificial y la Internet de las cosas. Algunos le llaman la “revolución industrial 4.0”. Esta revolución va a convertirse en una fuerza automatizadora de la producción y le economía.

Se producirán cambios drásticos en la forma como se producen, distribuyen y venden los productos y servicios en un futuro muy cercano. La idea en el seminario es aproximarnos al enfoque de los efectos en el mercado laboral, pudiendo también abarcar el rol de las instituciones de educación superior y del gobierno en la forma en que la sociedad tendrá que enfrentar estos cambios en el futuro cercano.

El tema no es si es que las máquinas nos llegarán a reemplazar, la pregunta es ¿cuándo? Los robots ya están saliendo de las grandes empresas productivas, como las plantas de ensamblaje de automóviles y se están adentrando en toda clase de negocios y hasta en los hogares. Desde los ejércitos de más de 5.000 robots que manejan las bodegas del gigante de la distribución Amazon hasta las aspiradoras automáticas Roomba que ya están en todas partes, este fenómeno ya empezó y no va a terminar.

Los optimistas se plantean que la reconversión laboral y la innovación serán suficientes para poder evitar una catástrofe de desempleo solo comparable con la Gran Depresión (1929-1939). El argumento se basa en las experiencias pasadas donde las nuevas tecnologías han acarreado también necesidad de trabajadores para producirlas.

Los pesimistas estiman que nunca se ha visto algo como lo que ya se está gestando, plantean que no habrá tiempo para que se capaciten los trabajadores y que aunque lo hubiera, las nuevas tecnologías se fabricarán de forma medio autónoma de todas maneras, por lo que la cantidad de trabajos creados sería muy inferior a la de los que se destruirán.

Hay otros que plantean que no hay que entrar en pánico que el cambio ya se está produciendo casi sin que lo notemos y que es la oportunidad de cambios sociales que revolucionen la forma de trabajar y vivir. Se habla de jornadas laborales más cortas, menos días de trabajo e ingreso básico universal.